El libro analiza, explica y argumenta algunos aspectos problemáticos teóricos y empíricos relacionados con los órganos constitucionales autónomos en México, a la luz de la racionalización sobre el Estado, que debe reformarse para asegurar la vigencia de su legitimidad y la eficacia de su funcionamiento. Se plantean interrogantes y propuestas de solución referentes a su ubicación en el ámbito del Estado mexicano, y se elabora para ese fin un diagnóstico acompañado de soluciones relativas a la necesidad de operacionalizarlos.
Los órganos constitucionales autónomos tienen cimientos constitucionales para realizar funciones y tareas materialmente administrativas, lo que permite fundamentar y llevar a cabo una reforma constitucional que incorpore un artículo 90 bis a la Constitución, en el cual se definan los argumentos que deban acompañar su visión y creación de modo que tengan carácter de principios, al vincularse a preceptos constitucionales que fortalezcan su naturaleza de órganos de Estado, con fundamento en el artículo 41 constitucional.